En latín fue la solemne oración del camarlengo Kevin Farrell al papa Francisco previo a su traslado a la Basílica de San Pedro. Con palabras llenas de fe y esperanza, el cardenal expresó su deseo de que el pontífice fuera recibido en la “morada de luz y paz perpetua”.
El féretro, precedido por los cardenales y seguido por aquellos que estuvieron más cerca del pontífice, incluidos sus secretarios y asistentes, fue colocado frente al Altar de la Confesión, ante el baldaquino de Bernini. Este lugar simbólico es considerado uno de los más importantes dentro de la Basílica Vaticana.
Al lado del féretro, Farrell elevó su plegaria en nombre de todos los presentes. “Queridos hermanos y hermanas, con profundo dolor, ahora acompañamos los restos mortales de nuestro Papa Francisco a la Basílica Vaticana, donde él ejerció a menudo su ministerio como Obispo de la Iglesia de Roma y Pastor de la Iglesia Universal”, dijo al comenzar la oración Farrell.
Un hogar eterno en el reino de los cielos
“Al dejar ahora esta casa, demos gracias al Señor por los innumerables dones que Él otorgó al pueblo cristiano a través de su siervo, el Papa Francisco. Le pedimos que, en su misericordia y bondad, le otorgue al Papa fallecido un hogar eterno en el reino de los cielos, y que consuele con esperanza celestial a la familia papal, a la Iglesia de Roma y a los fieles de todo el mundo”, agregó el Camarlengo.
“Mira, Señor, con bondad la vida y las obras de tu siervo, nuestro Papa Francisco. Acógele en la morada de la luz y la paz perpetua, y concede que tu pueblo fiel siga fervientemente sus pasos, dando testimonio del Evangelio de Jesús”, rezó. La oración culminó con una invocación a Cristo: “Quien vive y reina por los siglos de los siglos”.
La procesión del traslado a la plaza Basílica de San Pedro
Tras la oración, el féretro abierto de papa Francisco, llevado a hombros por los sediarios pontificios y escoltado por la Guardia Suiza, fue trasladado a la Basílica de San Pedro.
La procesión recorrió la plaza de Santa Marta, la plaza de los Protomártires Romanos, y atravesó el Arco de las Campanas, llegando finalmente a la plaza de San Pedro, donde fue recibido con un profundo respeto por los presentes.
Los fieles se alinearon cerca de la plaza, esperando poder rendir su último adiós al Papa Francisco a partir de las 11:00 hora local (9:00 GMT), mientras cientos de medios internacionales se congregaron en el ‘Braccio di Carlomagno’, la terraza sobre la columnata de San Pedro.